lunes, 30 de enero de 2017

JUEGA CON LAS 7 llaves

Juego con un montón de actividades variadas, relacionadas con las matemáticas, que te hará pasar un buen rato mientras practicas cálculo, resolución de problemas y conceptos básicos.

Para jugar con todas las áreas.

Testeando

Problemas y comprensión lectora.

Con la  siguiente actividad trabajamos no sólo la resolución de un problema sino también la comprensión de un texto y del relato de una situación. En ella se trabaja cálculo con números decimales y la referencia en el cálculo al dinero permite que se pueda trabajar en cuarto de Primaria en el cálculo ABN y a partir de quinto de Primaria en el cálculo tradicional.
Por otra parte el nivel de comprensión de la actividad en mediano alto, no tanto por las operaciones a realizar, sino por los planteamientos y razonamientos que deben realizar para llegar a la consecución del ejercicio.

EL COLOR.

domingo, 22 de enero de 2017

CIERRA LA CAJA.





Cierra la caja (Shut de box) es un juego clásico muy entretenido con el que se trabaja el cálculo mental. Yo he encontrado diferentes normas para jugar, supongo que dependerá de con quién juegues, de la zona o de las reglas que vengan con el juego. 
Se compone de una cajita abierta o con tapa con 9, 10 o 12 piezas de madera numeradas y se necesitan dos dados. Existen versiones dobles o incluso para cuatro jugadores en el mismo tablero.

Existen dos versiones del juego, hasta el número 9 y hasta el número 12. El de Tiger es hasta el 9. Son números móviles que debes ir cerrando (de ahí el nombre del juego). Viene con dos dados y una base verde de "cesped" para tirarlos. Pueden jugar todos los jugadores que lo deseen, pero mejor no más de 3-4 porque se hace pesada la espera.
Las reglas del juego son (bueno las nuestras, seguro que habrá quien juegue con alguna modificación):
- Se tirán los dos dados, ejemplo: sale 3 y 5. 
- Hay que sumar las dos cantidades que salen y hay varias opciones: 
1. Quitar los dos números que te han salido (el 3 y el 5).
2. Quitar una sola ficha con la suma total de los dos dados (8).
3. Quitar otros dos números, siempre que dé la suma total (7 y 1, 6 y 2, 4 y 4).
- Parece fácil... las dos primeras opciones son las que más utilizan los peques, pero cuando juegas te vas dando cuenta que hay utilizar estrategias. 
- Así que cada jugador debe tirar los dados tantas veces como le permita su ingenio y la suerte, cuando ya no puede seguir, suma los números que le quedan. Se apunta el total y después de "X" partidas, el que haya obtenido menos puntos, gana.
Buscando por la web, he visto que en la página de Aprendiendo Matemáticas nos explican como hacer uno con un estuche de toda la vida.
Y a través de Instagram, una compi de profesión me comentaba que se podía hacer el juego con tapones de leche, preparando una base y que se podían utilizar las 4 operaciones (suma, resta, multiplicación y división). El juego consistía en quitar los tapones al compañero, y cuando salían repetidos los dados entonces se restaban (por ejemplo: si sale 3 y 4 se suman y se quita el 7, pero si vuelven a salir 3 y 4 se restan y se quita el 1), si volvían a salir entonces se multiplicaban y si volvía a pasar se dividían (esto para más mayores).
Cómo veis, el juego da mucho de sí! Así que os animo a tener uno, ya sea comprado o casero, porque me ha parecido muy completo. Con él podemos trabajar la subitización del número (aspecto muy importante en el ABN), elconteo, además se mejora y trabaja el cálculo mental de manera lúdica.

MATERIALES NECESARIOS:

Estuche metálico – Cartulina o Goma EVA – Velcro autoadhesivo – Tijeras y pegamento
La primera vez que lo hice (el de la foto de abajo) fue con cartulina, pero como se rompía luego lo hice con goma EVA y es más duradero. También se podría fabricar con tela y quedaría muy bien. Viendo la fotografía ya veis cómo hacerlo, es muy sencillo.
En la versión estándar, un jugador lanza dos dados y suma el resultado obtenido en las caras superiores, supongamos que le ha salido 5 y 2, sumarían 7. Así, tiene que bajar dos lengüetas que sumen 7, podrían ser 6 y 1 o 5 y 2 o 4 y 3. En la fotografía, vemos como eligió el 5 y el 2. Deja esos dos números tapados y vuelve a tirar y pongamos que ahora le sale 5 y 5, entonces podría bajar 1 y 9 o  y 7 o 4 y 6, baja dos de esos números y vuelve a tirar. Su turno acaba cuando ya no puede bajar más números y en ese momento se anota los números que le han quedado en orden, por ejemplo si no bajo el 3, 7 y 9, anotará 379. Ahora lanza el siguiente jugador. Gana el que menos puntos tenga después de las partidas acordadas jugar.

VARIANTES:

– Para los niños pequeños que aún no conocen bien los números mayores de dos cifras, en lugar de anotar el número que queda, pueden contar los números que quedan sin tapar y en cada tirada los irán sumando. También gana el que menos puntos tenga.
– Se pueden bajar más de dos números en cada lanzamiento del dado. Por ejemplo, si sale 7, se podría construir con 1, 2 y 4.
Cómo veis en cada tirada los niños tienen que hacer varias sumas mentalmente para encontrar una que coincida con la suma de puntos de los dados. Además, es una forma de ver la descomposición de un número.
Jugar con 12 piezas -con las fichas del 10, 11 y 12- incorpora la interesante variante de que cuando lanzas dos dados, puedes sumar su resultado o multiplicarlo, para luego descomponer el resultado de la manera que más te convenga, por ejemplo si los dados te dan “4 y 5” puedes elegir entre jugar como he descrito en el párrafo anterior (1 y 8, 2 y 7, 3 y 6 o 4 y 5) o multiplicar 4×5=20 y descomponerlo con fichas que sumen 20 (12+8, 12+7+1, 11+9 etcétera) 
Para practicar tenemos esta versión online.

viernes, 20 de enero de 2017

¡TODO SOBRE LAS FRACCIONES!


INTRODUCCION A LAS FRACCIONES



APRENDE QUEBRA2 CON LEGO (INTRODUCCIÓN A LAS FRACCIONES)




En esta lámina podemos ver la correspondencia entre una fracción, su nombre, la fracción de un todo y la fracción de un grupo.
La imagen está tomada del blog: http://primaryfilefoldergames.blogspot.com.es/

Fracciones con Smartick: Aprender el concepto de fracción e identificar sus términos son dos de los objetivos de esta propuesta, que también incluye actividades para sumar, restar, multiplicar y dividir. Así, la parte teórica (que incluye algunos vídeos) se combina con la práctica; en el caso de los fallos, el alumnado puede consultar la respuesta correcta y ver en qué parte del ejercicio ha cometido el error.
           

NOMBRAMOS LAS PARTES DE LA UNIDAD


Para ver gráficamente un medio, un tercio y un cuarto. PINCHA AQUÍ.
AUTOR: Editorial Anaya

LA MITAD, LA TERCERA PARTE, LA CUARTA PARTE...



AUTOR: Editorial Anaya
SIGNIFICADO DE LA FRACCIÓN:
FRACCIONADOR:
VÍDEOS DE FRACCIONES:
LAS FRACCIONES Y SUS TÉRMINOS

FRACCIONES Y FIGURAS



AUTOR: Editorial Teide
EJERCICIOS CON FRACCIONES:
LECTURA Y ESCRITURA DE FRACCIONES
COMPARACIÓN DE FRACCIONES:

FRACCIONES EQUIVALENTES



AUTOR: Editorial Teide
la fracción de un número:
LA FRACCIÓN DE UN NÚMERO:

SUMA Y RESTA DE FRACCIONES CON EL MISMO DENOMINADOR



AUTOR: Editorial Teide


REPASA LAS FRACCIONES 


AUTOR: Editorial Anaya












martes, 17 de enero de 2017

Cuentos clásicos para echar a volar tu imaginación.


 Peter Pan

Cuento clásico : Peter Pan

La historia que os voy a contar a continuación ocurrió hace ya mucho tiempo, pero puede volver a pasar ¡incluso a vosotros! Érase una vez una pequeña muchacha llamada Wendy, y sus dos hermanos llamados Juan y Miguel. Cada noche, su hermana mayor les contaba la historia de un joven y aventurero niño que vivía en el país de Nunca Jamás y que se prometió a sí mismo no crecer nunca, su nombre era Peter Pan.
Los dos hermanos, como todos los niños del mundo, adoraban los cuentos y escuchaban atentamente e imaginaban las increíbles aventuras que Wendy les contaba sobre Peter. Sus historias estaban tan bien narradas que incluso el propio Peter Pan, sin hacer ruido, se sentaba en el alféizar de la ventana del cuarto de los niños a escucharlas.
Una noche, mientras dormían, la pequeña Wendy se sobresaltó al ver una luz brillante junto a la ventana. Se levantó de la cama y caminó lentamente hacía la ventana, en ella se encontraba Peter junto con la inseparable Campanilla, el hada que va con él a todas sus aventuras. Juan y Miguel se despertaron al oír a su hermana gritar, ¡es Peter, es Peter!.
En ese momento Peter les invitó a ir al país de Nunca Jamás pero los niños no sabían volar, por lo que les explicó cómo podían hacerlo:
–        Sólo necesitáis un poco de polvo mágico de hada y un pensamiento alegre – dijo Peter.
–        ¿Sólo eso? ¡Es muy sencillo! – exclamó la pequeña Wendy.
La pequeña Campanilla roció a los niños con polvo mágico de hada y al pensar en sus recuerdos más felices se elevaron.
–        ¡Seguidme! – dijo Peter.
Siguiendo a Peter Pan, los tres pequeños salieron volando de su habitación, dirigiéndose al país de Nunca Jamás, una isla maravillosa y mágica en un mar desconocido.
Al llegar los pequeños se encontraban totalmente perdidos y desorientados ya que era la primera vez que estaban ahí por lo que Peter Pan pidió a Campanilla que los guiase al campamento que tenían en el Bosque. Campanilla, se encontraba celosa por la pequeña Wendy por lo que se adelantó y pidió a los Niños Perdidos que la derribasen, poniendo la excusa de que era enemigo de Peter Pan.
Usando pequeños tirachinas, los niños perdidos empezaron a tirar piedras a Wendy a órdenes de Campanilla, alcanzándola y derribándola pero antes de caer al suelo Peter Pan voló hacia ella y consiguió salvarla.Peter preguntó por qué había hecho eso, respondiendo los Niños Perdidos que Campanillas les dijo que era un enemigo suyo. Al oír eso, Peter quiso desterrar a la pequeña hada pero Wendy lo impidió al darle mucha pena.
A continuación Peter Pan llevó a Wendy, Juan y Miguel a su casa subterránea, un gran árbol hueco donde en una de sus raíces se encontraba una puerta secreta. Allí además vivían muy felices los Niños Perdidos, que tampoco querían crecer y mantenerse siempre niños como Peter.
Los Niños Perdidos invitaron a Juan y a Miguel a visitar a los indios de la aldea mientras que Peter llevo a Wendy a ver las preciosas sirenas que vivían a la orilla del mar.
Al llegar a la costa Peter Pan vio de lejos el bote del Capitán Garfio y su siervo inseparable y leal Smee. Garfio ansiaba matar a Peter Pan, por lo que siempre estaba dispuesto a todo para conseguirlo. En ese momento Peter pudo distinguir desde lejos además a una muchacha que resultó ser la princesa india Tigridia. El Capitán Garfio quería que le revelase el escondite secreto de Peter Pan pero la joven se negó. Ante la negativa de Tigridia, Garfio le ató a una gran roca, abandonándola a su suerte en una cueva hasta que la marea subiese y se cobrara su vida.
Peter Pan al ver la escena se enfrentó al Capitán Garfio, resultando victorioso y salvando a Tigridia. Garfio huyó despavorido y Peter pudo devolver a la joven a la aldea de su tribu. Al llegar a la aldea, los indios vieron como Peter Pan traía a Tigridia sana y salva por lo que organizaron una gran fiesta en su honor, nombrándole “Águila Voladora” y bailando al lado de una hoguera hasta altas horas de la noche junto a Wendy, Juan y Miguel.
A la mañana siguiente, Garfio al ser derrotado nuevamente contra Peter Pan, decidió vengarse utilizando los celos de Campanilla, la cual traicionó a Peter revelando el escondite secreto del árbol. En ese mismo instante Garfio fue hacía allí, raptando a Wendy, Juan y Miguel, llevándolos a su barco y atándolos a un mástil. El Capitán Garfio reveló a los pequeños que había colocado un pequeño paquete con una bomba en su interior y cuando Peter viera una carta falsa de Wendy que ponía que abriese el paquete justamente a media noche, la vida de Peter Pan llegaría a su fin.
Campanilla oyó los malvados planes del Capitán Garfio y se dio cuenta que había caído en una trampa, en ese momento voló hacía el escondite lo más deprisa que pudo ya que solo quedaban unos minutos para que fuera media noche. Al llegar Campanilla pudo arrebatar rápidamente el paquete de las manos de Peter que ya estaba predispuesto a abrirlo. Al salvarlo confesó a Peter lo que había hecho y que Wendy, Juan y Miguel eran presos del capitán Garfio en su navío.
Peter reaccionó rápidamente y fue volando hasta el barco pirata lo más rápido que podía. Mientras tanto, Garfio cogió a la pequeña Wendy del mástil y la obligó a caminar por una tabla para arrojarla al mar. En el momento en el que Wendy fue arrojada Peter Pan la rescato con sus brazos evitando el trágico desenlace de morir ahogada. Después de poner a Wendy a salvo, Peter subió a la cubierta del barco donde le esperaría el Capitán Garfio, perplejo al ver que Peter todavía seguía con vida. Los Niños Perdidos ayudaron en la lucha usando sus tirachinas contra los piratas, haciéndoles retroceder y abandonar el barco. Después de la feroz pelea entre ambos blandiendo sus espadas, Peter consiguió derrotar al Capitán Garfio junto a su tripulación de piratas, cayendo al mar donde había ¡un feroz cocodrilo! pero finalmente consiguió escapar en uno de los botes.
Peter Pan junto con los Niños Perdidos tomó posesión del barco y pidió a Campanilla que echará polvo de hadas en toda la cubierta. En ese instante el barco empezó a volar, llevando de vuelta a los pequeños a casa de Wendy.
–        ¡Ha sido una aventura fantástica! – dijeron Juan y Miguel.
–        ¡Gracias Peter por este maravilloso viaje! – dijo Wendy.
Peter Pan y los Niños Perdidos se despidieron de los pequeños y tomaron posiciones para tomar rumbo hacía la segunda estrella más a la derecha, la que les llevaría otra vez hasta el país de Nunca Jamás.

 Las púas de la amistad.
Cuento: Las púas de la amistad

Érase una vez un erizo que vivía en el bosque. Aquel erizo estaba llenito de púas (y hasta aquí todo normal). De hecho aquella situación era buena, puesto que sus púas conformaban un sistema natural de defensa que le alejaba de todo peligro. Ni siquiera los animales más salvajes se atrevían a acercarse a él por miedo a ser heridos.

De esta forma el erizo iba de acá para allá sin ningún miedo. Igual le daba cruzarse con una serpiente de cascabel que con un fiero tigre. Estaba muy tranquilo con sus púas y caminaba muy seguro de quien era.


Pero además de fuerte y valiente, aquel erizo era uno de los animales más amables y generosos del bosque. Y es que no dudaba en entregarle sus púas a aquel que las necesitara, con tal de salvar de los posibles y naturales peligros del bosque a cualquiera de sus amistades.

Pero un día el erizo se dio cuenta de que tan solo le quedaba una púa sobre el lomo. Había sido tan generoso con los demás que las había ido perdiendo, una tras otra, casi sin darse cuenta. Y finalmente, la púa que le quedaba, decidió regalársela a un ratón que huía temeroso de un gato fiero y hambriento. ¡Qué feliz se sintió el erizo al ver como el ratón usó su púa de espada para ahuyentar al gato!

Y en estas llegó una temible serpiente, que observaba desde hacía días al erizo generoso, y poco a poco fue aproximándose al él, que disfrutaba del sol con la pancita arriba ajeno a todo mal.


Pero no creáis que el erizo tenía miedo, amiguitos. Estaba tan convencido de que cada cual tenía que aceptar su destino y las consecuencias de sus actos, que vivía feliz a pesar de no tener ya sus púas consigo. El erizo del que os hablo, era un ser muy consecuente, además de amable. Y por ese motivo sus amistades no podían dejar que la serpiente se lo zampara después de haber hecho tanto por los demás.


Y poquito a poco los animales del bosque se fueron acercando hasta conseguir abalanzarse sobre el temido reptil. Con ayuda de todas y cada una de las púas que el erizo había regalado, consiguieron atemorizar a la serpiente, que huyó finalmente despavorida y sin comer.


El erizo había entregado todas sus púas en favor de la amistad, y el destino (del que tanto hablaba nuestro erizo) supo responder convenientemente a noble su gesto.



Cuento tradicional: El león que se creía cordero

Cuento tradicional: El león que se creía cordero

Existió en otro tiempo un pobre león que creía ser un cordero. Por más pruebas que su físico le daba, no atenía a razones, ni podía creer que fuese un león. Pero no se trataba de cabezonería o de locura, sino de un grave error cometido por la cigüeña encargada de aterrizarle durante su nacimiento. Aquella noche, la cigüeña se encontraba realizando entregas de bebés corderos para sus mamás ovejas. Terminado el reparto, todas las mamás corrieron hacia los corderitos buscando el suyo, y una vez se marcharon, la cigüeña observó que se habían dejado a uno. Consternada, decidió abrir la mantita que cubría al corderito abandonado, y atónita exclamó:
  • ¡Es un león! ¡Cómo he podido equivocarme!
Revisó la cigüeña el cuaderno en el que anotaba cada uno de los deseos y encargos de nacimiento y comprendió el error: «Doña Leona Leoncia Pérez me ha encargado un hijo. Se lo llevaré hoy tras el reparto de los corderitos», decía la nota.
Pero cuando la cigüeña dio un paso atrás para coger al leoncito y devolverle a su hogar, observó como una mamá oveja se había colocado sobre sus lomos para darle calor,  decidida como estaba a adoptarle. La cigüeña procuró explicarle a la oveja el error que había habido en el reparto, pero la oveja no quiso escucharle embistiendo fuertemente a la cigüeña.
  • ¡Bueno, bueno! Pues quédese con él si es lo que desea- Exclamó la cigüeña enojada y confundida.
Y así fue como comenzó la historia de aquel león que se creía cordero en un rebaño. A pesar de todo el leoncito lo pasaba de miedo jugando con sus primos, pero lo cierto es que en aquellas tardes de juego muchas veces había lágrimas, debidas a que el pobre leoncito era el único del rebaño que no sabía embestir, provocando en consecuencia la risa de todos sus familiares y amigos. ¡Qué triste le ponía no saber embestir como los demás!
Pasado el tiempo, todos los corderitos crecieron y el leoncito también. ¡Era el mayor carnero del mundo! ¡Qué orgullosa estaba su mamá! Sin embargo, el rebaño cada vez estaba más extrañado de aquella situación, a la que ahora se sumaba el no saber balar. El león se había convertido sin entenderlo en la víctima de todos los golpes y de todas las carcajadas de los corderos.
Y así sucedió hasta que, una noche, un lobo hambriento se presentó ante el rebaño. Asustado por los ruidos el león se escondió tras su madre. Pero los ruidos no cesaron y el lobo se presentó ante sus propios bigotes amenazando a su madre con comérsela.
  • ¡Socorro! ¡El lobo me va a devorar!- Gritaba su madre aterrada.
Fue entonces cuando el alma de aquel león surgió feroz, persiguiendo al lobo con todas sus fuerzas. Corrieron y corrieron hasta que ambos, lobo y león, terminaron al borde de un gran abismo; abismo que el lobo no pudo esquivar temeroso como estaba de los grandes rugidos que le dirigía el león.
Nadie volvió a burlarse de él después de aquél suceso, convirtiéndose en el héroe del rebaño. Sin duda era el carnero más valiente del mundo; un león que se creía carnero, y que fue feliz creyéndolo para siempre desde entonces.